EXCLUSIVE
MAURICIO VICENT - La Habana - 18/04/2008
El Gobierno de Raúl Castro dará luz verde próximamente a una esperada reforma migratoria que simplificará los trámites de entrada y salida del país y permitirá a los cubanos viajar al extranjero sin necesidad de obtener un permiso específico de las autoridades.
El Gobierno de Raúl Castro dará luz verde próximamente a una esperada reforma migratoria que simplificará los trámites de entrada y salida del país y permitirá a los cubanos viajar al extranjero sin necesidad de obtener un permiso específico de las autoridades. La existencia de la denominada tarjeta blanca o permiso de salida, cuya tramitación cuesta 150 pesos convertibles (unos 100 euros) y puede tardar meses o cuando menos semanas, y sin garantía de respuesta afirmativa, fue muy criticada por la población en el debate convocado el año pasado por Raúl Castro. Otro requisito, la carta de invitación, que hasta ahora es necesario presentar en las oficinas de inmigración cuando se viaja, también desaparecería, según fuentes cercanas al gobierno.
La flexibilización migratoria ya está decidida y sólo faltaría perfilar algunos asuntos para que las medidas entren en vigor, dijeron a EL PAÍS las citadas fuentes. Pudiera ser en los próximos días o semanas, y probablemente se informará a la población a través de los medios de prensa, como ocurrió con el levantamiento de la prohibición para que los cubanos contraten líneas de telefonía celular. No está claro si se adoptarán como un conjunto de medidas, o se irán introduciendo poco a poco.
Entre otras regulaciones, la reforma migratoria acabaría con la famosa tarjeta blanca, aunque con excepciones. Por ejemplo, los médicos, los universitarios recién graduados que no hayan cumplido su servicio social, o los militares y miembros del Ministerio del Interior con acceso a información que afecte a la seguridad del Estado, deberán seguir obteniendo un permiso específico, mientras no transcurra un plazo de tiempo variable. Sin embargo, para gran parte de la ciudadanía el trámite del permiso de salida -por el que las autoridades obtienen millones de dólares anuales de ingresos- desaparecería.
El requisito, hasta ahora exigido por las autoridades, de presentar una "carta de invitación" legalizada como parte de la documentación para viajar, también sería eliminado. La mayoría de las embajadas piden este trámite a los cubanos para tramitar su visado de entrada, por lo que esta medida, unida a la eliminación de la tarjeta blanca, de hecho, traspasaría a los países receptores la responsabilidad de limitar los viajes de los ciudadanos cubanos, ya que ahora sólo necesitarán un pasaporte vigente y visado para salir de su país.
De implementarse como está previsto -aunque todavía puede haber modificaciones, advierten las fuentes-, la medida daría respuesta a una demanda popular que es unánime y cada vez más sonora. Intelectuales y artistas comprometidos con la revolución, como el cantautor Silvio Rodríguez, han pedido recientemente la abolición "completa" del permiso de entrada y de salida por no responder a la nueva realidad del país; de igual modo, criticaron la prohibición existente para que los cubanos se alojaran en hoteles dedicados al turismo internacional, que se levantó hace pocos días.
En su discurso del pasado 24 de febrero ante el Parlamento, tras ser nombrado presidente, Raúl Castro anunció la eliminación inmediata de prohibiciones "sencillas", pero, dijo, otras tomarían más tiempo debido a que requerían "cambios en determinadas normativas jurídicas", además de influir en ellas "las medidas establecidas" contra Cuba por sucesivas administraciones estadounidenses. La Habana acusa a Washington de utilizar con fines políticos y propagandísticos el tema migratorio, y las últimas grandes crisis entre ambos países han tenido este trasfondo.
El mes pasado, durante un encuentro en La Habana con emigrados favorables a la revolución, el canciller Felipe Pérez Roque se refirió de este modo a la esperada reforma migratoria: "no quiero anticiparme sobre ese tema, pero son asuntos que han estado permanentemente bajo nuestra consideración". Y añadió: "tenemos firme nuestro compromiso de hacer cada vez más fluida la relación entre los cubanos que residen en el exterior y Cuba y hacer cada vez más expeditos los trámites y las regulaciones sobre ese tema".
Como parte de esta flexibilización, se prorrogaría también el tiempo de estancia que los cubanos pueden estar en el exterior sin tener que regresar a su país, o perder sus derechos. El plazo legal en la actualidad es de 11 meses, que se ampliaría, probablemente, a dos años. Además, los menores de edad podrían salir con sus padres, algo actualmente restringido y sólo autorizado en casos excepcionales, dijeron las fuentes.
Del mismo modo, se espera que se simplifiquen los trámites de entrada temporal para los cubanos que residen en el exterior. Otros asuntos, como la pérdida de las propiedades -casas, vehículos, etcétera- cuando alguien emigra definitivamente, o la posibilidad de autorizar el regreso definitivo a Cuba de los que se fueron, todavía está en discusión. El verdadero alcance de la reforma migratoria, que se debate desde hace meses, todavía es una incógnita.
"Prohibiciones superadas por la vida"
En un discurso pronunciado en diciembre ante el Parlamento, Raúl Castro criticó con dureza el exceso de prohibiciones y regulaciones que existían en el país y que, consideró, hacían "más daño que beneficio". El entonces vicepresidente primero de los Consejos de Estado y de Ministros, opinó que "la mayoría" de estas prohibiciones fueron "correctas y justas en su momento", pero dijo que muchas habían "sido superadas por la vida". Raúl fue directo y contundente: "Detrás de cada prohibición incorrecta búsquese un buen número de ilegalidades". Entre estas ilegalidades, muchas tenían que ver con las cartas de invitación y otros negocios relacionados con los trámites de salida del país.La reforma migratoria, que todavía ha de concretarse, sería un paso más en la estrategia de levantar "prohibiciones absurdas". Desde que fue elegido presidente, Raúl Castro ha permitido el acceso de los cubanos a los hoteles, ha autorizado la venta de computadoras, reproductores de DVD y otros electrodomésticos, y ha levantado la prohibición para el uso de teléfonos móviles. Además, se ha iniciado una reforma en agricultura que contempla la entrega de tierras en usufructo a campesinos privados y cooperativistas.Entre las próximas medidas que se esperan está la autorización para que los cubanos puedan traspasar sus vehículos, y una flexibilización de los controles sobre la vivienda. Abundan los rumores y las opiniones; para unos es todavía muy largo el trecho por recorrer, para otros, todo avanza más rápidamente de lo esperado.
'Tarjeta blanca'
- Excepciones. Seguirán necesitando la autorización o tarjeta blanca los médicos, los universitarios recién titulados y que no hayan cumplido el servicio social, los militares y los miembros del Ministerio del Interior con acceso a informaciónde seguridad interior.- Flexibilización. Se podrá prorrogar hasta dos años el plazo de residencia en el exterior sin perder derechos. Los menores de edad podrán salir del país con sus padres sin las restricciones actuales.
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