- Profesor de arquitectura en las Universidades de La Habana y Río de Janeiro, impartió la lección inaugural del congreso que se celebra en la Universidad de Navarra sobre los intercambios entre España y Latinoamérica.
I.CASTILLO . PAMPLONA Viernes, 14 de marzo de 2008 - 04:00 h.
Profesor de Arquitectura en La Habana y Río de Janeiro, ofreció la lección inaugural en el VI Congreso Internacional sobre Historia de la Arquitectura Moderna Española Miradas cruzadas, intercambios entre Latinoamérica y España en la Arquitectura española del siglo XX, de la escuela de arquitectura de la Universidad de Navarra.
"Tuve que emigrar a Argentina con cinco años debido a la descendencia judía de mi apellido", explica Roberto Segre. Licenciado en la Universidad de Buenos Aires, en 1963, le invitaron a dar clases en Cuba y se quedó 31 años. En el 94, comenzó a compaginarlas con las clases en la Universidad de Río de Janeiro. "Estoy entre Cuba y Brasil", indicó.
¿Cómo ha vivido el último proceso político en Cuba?
En realidad ese cambio no es un gran cambio. El hecho de que Raúl Castro sea presidente de Cuba ratifica una situación que viene desde hace casi un año. En el punto de vista de la estructura política de Cuba, Fidel no está en el poder pero de alguna manera sigue siendo él quién rige la dinámica política de Cuba. Entonces, yo he visto todo lo que se ha publicado en el mundo con la idea de que la situación va a cambiar. Personalmente, considero que hay una continuidad de una estructura que es la misma.
Limitaciones materiales
¿Encuentra diferencias a la hora de impartir clases entre Cuba y Brasil?
La diferencia que existe básicamente son las dificultades económicas. La diferencia es que en Cuba los recursos que puede haber en un país capitalista como Brasil no los hay. Por ejemplo, es más difícil conseguir los libros, no hay esa posibilidad económica de comprar libros. Las limitaciones que tiene Cuba son materiales, de recursos. Sin embargo, pese a las dificultades, el entusiasmo de los alumnos es alto. Yo me asombré porque los trabajos de Cuba tienen el mismo nivel académico que los de Brasil. Uno siente que los alumnos cubanos, pese a todos los sacrificios, tienen una pasión admirable.
Un menage a trois urbanístico es el título de su conferencia.
Enlazando con el título general del congreso, presenté una evolución de las miradas cruzadas entre España, Cuba y Estados Unidos, porque no se puede hablar de las relaciones entre España y Cuba sin poner en medio a Estados Unidos. José Luis Sert, arquitecto de Barcelona, pasó por Cuba pero se formó en Estados Unidos. Quizás sea el personaje más importante de la arquitectura española. Fue director de la Facultad de Arquitectura de Harvard. Tuvo una gran importancia en América Latina porque elaboró los planes directores de varias ciudades como el de La Habana en 1956.
¿Qué han cruzado España y Latinoamérica en arquitectura?
A América se trasladó, entre otras cosas, el conocimiento de estructuras livianas. En el caso de arquitectos como José Luis Sert y Antonio Bonet, con una educación mediterránea, se dejó ver la arquitectura popular española, el clima, el patio interior; elementos que forman parte de la tradición española. Por otro lado, también se vivió la admiración de arquitectos españoles, en los años 50, por la arquitectura que se hacía en América porque con Franco se paró el desarrollo de la arquitectura moderna.
Es su primera visita a Pamplona y, por ahora, sólo ha podido ver la Universidad, ¿cómo la definiría?
En su conjunto, está muy bien, es muy agradable el lugar. Yo personalmente creo que se superó la etapa de las megaestructuras metálicas que se ven en los talleres de la Escuela de Arquitectura. Este sistema permite grandes luces. Me parece que es una estructura fuerte, a veces un poco agobiante.
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