MAURICIO VICENT - La Habana - 28/04/2008
El Gobierno de Raúl Castro decretó ayer un aumento de hasta un 20 % de las pensiones de jubilación y asistencia social, en la primera medida dirigida a elevar el poder adquisitivo de los cubanos, que en su mayoría cobran del Estado exiguos sueldos en pesos, aunque muchos productos y servicios se comercializan en la divisa local, el CUC (peso convertible), con un valor 24 veces superior. El incremento beneficiará a más de dos millones de personas, cerca del 20% de los habitantes de la isla, cuya población muestra altos índices de envejecimiento.
También, el Gobierno aumentó hasta un 55% los salarios de los trabajadores de los tribunales y la fiscalía, como parte de un plan oficial para "lograr que el salario recupere su papel y el nivel de vida de cada cual esté en relación directa con los ingresos que recibe legalmente". En un comunicado publicado en el diario Juventud Rebelde, las autoridades dijeron que los incrementos salariales se irán extendiendo de manera "gradual" a otros sectores de acuerdo "con las posibilidades económicas del país".
El aumento de pensiones y salarios forma parte del programa de cambios emprendidos por Raúl Castro, que ha priorizado el crecimiento de la producción de alimentos, repartiendo tierras y aumentando el precio que se paga a los productores por sus mercancías. También han empezado a levantarse prohibiciones, como las que impedían a los cubanos alojarse en hoteles, adquirir computadoras o acceder a la telefonía móvil; y se espera ahora una flexibilización en la política migratoria.
En materia de salarios, recientemente fue aprobado un nuevo reglamento que elimina el tope máximo de los sueldos y dispone el pago en función de estimular la productividad. En Cuba aproximadamente el 90 % de la economía está controlada por el Estado y la mayoría de la población cobra su sueldo en pesos. La educación, la salud y otros servicios son gratuitos, y la cartilla de racionamiento de alimentos está fuertemente subsidiada, pero el salario medio en la isla es de 408 pesos, equivalentes a 17 CUC, o 12 euros, con lo que se hace casi imposible llegar a fin de mes. En La Habana, un kilo de bistec de cerdo en el mercado agropecuario, regido por la ley de la oferta y la demanda, no baja de dos CUC, mientras que un litro de aceite vegetal en las tiendas de divisas cuesta más de dos CUC.
Acabar con la dualidad monetaria, agravada por los elevados precios de los artículos que se comercializan en divisas y el escaso poder adquisitivo de los salarios estatales, es uno de los grandes retos a que se enfrenta el Gobierno de Raúl Castro. El aumento de las pensiones, que se aplicará a partir de mayo, abarcará a todos los jubilados que reciben mensualidades de hasta 400 pesos, el 99 % de las existentes. La pensión mínima, en la actualidad de 164 pesos, pasa a ser de 200, y las comprendidas entre 202 y 360 pesos se incrementan en 40 pesos.
Si no se reduce la brecha entre el CUC y el peso ordinario de poco sirven estos aumentos, dicen los economistas, que esperan que el próximo paso del Gobierno sea revalorizar el peso cubano, junto al aumento progresivo de los salarios. "Actualmente no resulta posible aplicar a todos los sectores laborales el incremento salarial, ya que el país no dispone en estos momentos de los recursos necesarios", informaron las autoridades. "Sólo aumentando la producción y la productividad, elevando el ahorro y la eficiencia, tendremos más", termina el comunicado.
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