LA HABANA
La Iglesia Católica celebró su primera misa después de 30 años en un templo confiscado por el gobierno cubano en 1975 y devuelto en el 2006, tras sometérsele a una amplia restauración, en lo que marca un nuevo escalón en el mejoramiento de las relaciones entre la jerarquía religiosa y el régimen de Raúl Castro.
Según informó ayer la Conferencia Episcopal, se trata de la iglesia de Tarará, un balneario al este de La Habana que en los últimos 50 años ha sido campamento vacacional de pioneros (la Organización de Pioneros ''José Martí'' está bajo la tutela gubernamental), hospital de niños víctima de la explosión nuclear de Chernobil, marina turística y escuela para aprender español de estudiantes chinos.
El acontecimiento se produce en vísperas de la visita del Papa Benedicto XVI a Washington, donde el presidente George W. Bush planea discutir el tema de los derechos humanos en Cuba, según fuentes de la Casa Blanca. ''El cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, presidió el sábado 5 de abril en horas de la mañana la primera misa que se celebra en el templo de Tarará en más de 30 años, y de este modo dejó reabierta al culto la Iglesia de Santa María y Santa Elena'', informó la Conferencia.
Aunque la edificación fue originalmente un templo católico --Santa Elena-- tuvo que ser consagrado nuevamente, pues en los 30 años de ocupación oficial fue destinado a almacén y discoteca.
Las obras de restauración de la iglesia de Tarará comenzaron en julio del 2006, tras ser devuelta a la Arquidiócesis de La Habana.
El suceso ocurre en medio de un proceso de franco acercamiento entre la Iglesia Católica y el gobierno, reforzado con la visita a La Habana del Cardenal Tarcisio Bertone, el número dos del Vaticano, el pasado febrero.
Bertone fue el primer alto funcionario de Estado que recibió Raúl Castro, luego de ser electo como presidente del Consejo de Estado.
Tras el encuentro con Raúl, Bertone dijo que había hallado a un ``hombre realista, abierto a dialogar sobre todo y preocupado por la conservación de los valores y de los ideales''.
La jerarquía católica cubana reconoció incluso que la visita de Bertone abrió mayor espacio de diálogo con el gobierno pues se llegó a plantear la preocupación por los presos políticos a Raúl Castro. ''La comunicación con el Estado es más fluida y Bertone contribuyó a ello'', declaró Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, donde por primera vez este año se permitió hablar de la significación de la Semana Santa en la radio estatal.
No comments:
Post a Comment