Thursday, July 3, 2008

Histórica exposición de arte cubano




Manuel Toledo
BBC Mundo, Montreal

El Museo de Bellas Artes de Montreal, Canadá, presenta la exposición más exhaustiva del arte cubano que se haya hecho jamás en cualquier parte del mundo, incluida Cuba.

La muestra, "¡Cuba! Arte e Historia desde 1868 hasta el Presente", organizada en colaboración con el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana y la Fototeca de Cuba, reúne unas 400 obras.

Aunque más de la mitad de ellas procede de esas dos instituciones cubanas, una exposición como ésta -que bien vale la pena viajar a Canadá para verla- hubiera sido muy difícil de montar en la isla.

Algunas de las pinturas emblemáticas que se exhiben, como "La siesta" (1940) de Antonio Gattorno, son propiedad de coleccionistas en Miami.

Otras, como "Mofumba" (1943) de Wilfredo Lam, están en manos privadas en otras partes de Estados Unidos.

Además, varios cuadros importantes -como "Madre y criatura II" (1939) de Lam, "El gallo" (1941) de Mariano Rodríguez, "Barbería" (1942) de Cundo Bermúdez, "Peces" (1943) de Amelia Peláez y "Figura mitológica" (1945) de René Portocarrero- pertenecen al Museo de Arte Moderno de Nueva York.

"Entre Cuba y EE.UU."

"Gracias a la posición de Canadá como territorio neutral entre Cuba y Estados Unidos, hemos tenido una oportunidad única para ofrecer una perspectiva del arte cubano en su contexto histórico", le dijo a BBC Mundo la directora del Museo de Bellas Artes de Montreal, Nathalie Bondil, quien es también la curadora principal de la muestra.


Esperamos que esta exposición transmita un mensaje de esperanza y abra muchas puertas para el arte cubano
Nathalie Bondil, directora del Museo de Bellas Artes de Montreal

"Nuestra única intención es promover el arte cubano. Ésta no es una exposición política", señaló.

"Ha sido hecha con mucho amor por un amplio equipo de especialistas, tanto de Cuba como de Canadá, y con la asistencia de muchas personas e instituciones de otras partes del mundo".

"Sabemos que lleva a cabo en un momento muy importante para Cuba, un momento de cambio, de transición".

"En ese sentido, esperamos que esta exposición transmita un mensaje de esperanza y abra muchas puertas para el arte cubano".

Bondil añadió que para varios de los curadores de la isla "fue muy emocionante tener acceso por primera vez, en el contexto de la muestra, a obras importantes que están en Estados Unidos, como las de Cundo Bermúdez".

Cinco secciones

La exposición está dividida en cinco secciones: "Representando a Cuba: Buscando formas de expresar una nación (1868-1927)"; "Arte Nuevo: La vanguardia y la re-creación de la identidad (1927-1938)"; "Cubanidad: Afirmando un estilo cubano (1938-1959)"; "Con la Revolución, todo, Contra la Revolución, nada (1959-1979)" y "La Revolución y yo: El individuo dentro de la historia (1980-2007)".

Además, en una sala especial hay un enorme mural colectivo, que por primera vez se presenta en el extranjero, realizado en 1967, cuando el Salón de Mayo de París se trasladó a La Habana, por iniciativa de Wilfredo Lam, de quien se exhiben 14 obras en Montreal.

El eje conductor de la narrativa histórica de la muestra es una amplia selección de fotografías, que incluye obras de Joaquín Blez, Walker Evans, Constantino Arias, Raúl Corrales, Alberto Korda y Mario García Joya (Mayito).

También hay un espacio dedicado a la colección de fotos prerrevolucionarias de la curadora estadounidense Vicki Gold Levi, acompañada por música cubana de los años 50 y por la proyección muda de la bellísima película "Soy Cuba", del realizador ruso Mijaíl Kalatozov.

Es una pena que no se haya mostrado, igualmente, el cortometraje "P.M." (1960) de Sabá Cabrera Infante, la primera película prohibida por el gobierno revolucionario y que llevó a Fidel Castro a decretar que, a partir de ese momento, los artistas cubanos podrían crear "con la Revolución, todo, contra la Revolución, nada".

Pogolotti

Aunque la muestra ofrece un panorama bastante amplio y generalmente equilibrado del arte cubano en los últimos 150 años, en algunas ocasiones la decisión de enmarcar el recorrido en temas como la historia y la identidad se traduce en limitaciones.

Por ejemplo, en una sala en que se exhiben cerca de 20 obras de Marcelo Pogolotti, brilla por su soledad, en una inmensa pared, el pequeño lienzo "Rostros de Cristo" (1954) de otro de los artistas más importantes de la isla, Fidelio Ponce.


"En una exposición tan grande como ésta, siempre es necesario sacrificar algunas cosas, ajustarse a determinados temas y hacer una selección muy precisa", le dijo Nathalie Bondil a BBC Mundo.

"Además, en el caso específico de Pogolotti, tengo que confesar que cuando vi por primera vez, en La Habana, su obra "El intelectual" o "El joven intelectual", de 1937, me estremeció".

"Tal vez porque soy especialista en arte francés, inmediatamente pensé en Fernand Léger, y me pareció lamentable que la obra de Pogolotti no fuera más conocida en el extranjero", añadió.

Arte joven

A la directora del Museo de Bellas Artes de Montreal también le sorprendió la fuerza del arte cubano a partir de 1980.

"Una de las obras que realmente me alentaron a organizar esta exposición fue "Detector de ideología" de Lázaro Saavedra", señaló.

"Cuando la vi, me di cuenta de que el arte joven de Cuba se ha esforzado por decir algunas cosas que a veces las palabras no pueden decir y por destacar el papel del artista en la sociedad".

La exposición incluye trabajos de creadores que, como Saavedra y Eduardo Ponjuán, todavía viven en Cuba y de varios otros, como Arturo Cuenca, José Bedia y Rogelio López Marín (Gory), que ahora residen en Miami, aunque no se representan sus creaciones más recientes.

También hay una selección de obras de algunos jóvenes que han tenido mucho éxito a nivel internacional en los últimos años, entre ellos Tania Bruguera y Carlos Garaicoa.

¿El futuro?

De forma paralela a la exposición principal, en el Museo de Bellas Artes de Montreal se presenta la muestra "¡Colaboración artística!", producto de la relación entre una escuela de arte de Cuba y un colegio de Canadá.

Según el museo, el proyecto comenzó en 2004, cuando una profesora de arte del colegio Bois-de-Boulogne de Montreal, Marie Louise Pépin, estaba de vacaciones en Cuba y conoció, de casualidad, "a un maestro cubano que estaba vendiendo sus obras en un mercado de la playa Guardalavaca, Ernesto Blanco Sanciprián, de la Academia de Artes Plásticas El Alba de Holguín".

"Al darse cuenta de que sus almas eran gemelas, los dos maestros descubrieron que tenían una visión común sobre la educación artística, que tiene sus orígenes en el arte actual, contemporáneo, y se basa en una preparación relevante y sólida, así como en una filosofía similar", explica el Museo de Bellas Artes de Montreal, en un comunicado.

El resultado inmediato son las cerca de cien obras que ahora se exhiben en Montreal: las canadienses, inspiradas en el patriota, poeta y periodista cubano José Martí, y las cubanas en el libro "Una temporada en el infierno" del poeta francés Arthur Rimbaud.

Quién sabe si, en el futuro, alguno de estos jóvenes estudiantes pasará a las grandes ligas del arte cubano o canadiense.

Lo que sí es seguro es que "¡Cuba! Arte e Historia desde 1868 hasta el Presente" marca ya un antes y un después en el reconocimiento del arte cubano a nivel mundial y sería lamentable que no se presente en otras galerías o museos del planeta.

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