"No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo", afirma el ex mandatario
MAURICIO VICENT - La Habana - 23/06/2008
¿Existen pugnas dentro del Partido Comunista Cubano? ¿Hay en la cúpula sectores y corrientes aperturistas, y fracciones inmovilistas, renuentes a cualquier transformación? ¿Es real la percepción de que, en estos momentos, Fidel y Raúl Castro representan posiciones divergentes? Desde hace aproximadamente un año, éstas y otras preguntas flotaban en la isla, pero se formulaban con la boca chiquita y jamás habían tenido reflejo oficial. El sábado, por sorpresa, Fidel Castro entró de lleno en la materia: "No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo. No puede deducirse, por tanto, que haya pugnas dentro del partido".
El ex mandatario cubano hizo esta curiosa observación 24 horas después de publicar un artículo en la página web Cubadebate, en el que atacó a la Unión Europea y dijo "despreciar" su reciente decisión de levantar las sanciones a Cuba por su "enorme hipocresía". Sus comentarios, vertidos horas después de que el canciller, Felipe Pérez Roque, considerara la medida europea "un paso en la dirección correcta", llamaron la atención. No sólo por la dureza del ataque, sino porque el ministro había dicho que su Gobierno analizaría en detalle la decisión europea antes de reaccionar oficialmente. En medios diplomáticos, y también entre algunos analistas cubanos, las palabras de Castro fueron interpretadas como una muestra de posibles discrepancias en las alturas.
El artículo de Fidel Castro, que desde el pasado 24 de febrero no ocupa cargos de gobierno pero sigue siendo primer secretario del Partido Comunista, no fue reproducido por la prensa escrita ni tampoco se hizo eco del mismo la radio ni la televisión. Esto alimentó más aún la percepción de que el ex mandatario "podría estar actuando como un francotirador", al decir de un diplomático europeo. En su reflexión del sábado -también publicada sólo en Cubadebate- Castro sale al paso a estas interpretaciones y a los rumores sobre posibles diferencias entre él y Raúl. "No soy ni seré nunca jefe de fracción o grupo (...) Escribo porque sigo luchando, y lo hago en nombre de las convicciones que defendí toda mi vida".
Quizás respondiendo a alguna crítica o comentario sobre su reacción al levantamiento de las sanciones de la UE, Castro señala que en su reflexión del viernes no escribió ninguna "diatriba contra Europa". "Dije sencillamente la verdad. Si ésta ofende, no es mi culpa". Afirma, además, que la decisión de publicar sus opiniones exclusivamente en Cubadebate es suya, y que continuará haciéndolo "al ritmo que considere pertinente".
El interés de Fidel por dejar zanjado el asunto de las posibles divisiones dentro de la cúpula de poder "es normal", a juicio de Manuel Cuesta Morúa. Según este disidente moderado, en estos momentos el Gobierno "no puede darse el lujo de dar la sensación de desunión, pero que existen discrepancias es seguro". Morúa ve señales claras. "Raúl ha tomado una serie de medidas para liberalizar el acceso de los cubanos a los bienes de consumo, los DVD, los teléfonos móviles, el acceso de los cubanos a los hoteles... Pero cada vez que puede, Fidel deja ver su oposición a estas medidas y en general a cualquiera que suponga un 'regreso' del mercado".
Inmovilistas y pragmáticos
A juicio de Morúa, el Partido y la cúpula están divididos en éstos y otros temas, como el de la propiedad o el de la liberalización del trabajo por cuenta propia, y eso explicaría los "parones" en las reformas y que "se retrasen medidas como la eliminación del permiso de salida y la flexibilización de las leyes migratorias". "Es esquemático decirlo, pero Fidel representaría la línea inmovilista, y Raúl la pragmática, que sostiene que es necesario introducir reformas que beneficien a la población y reactiven la economía, como camino para que la revolución sobreviva".
En el poder, se ríen de estos análisis. "Querer dividir a Fidel y Raúl, pensar en posiciones encontradas entre ellos, es no entender nada. Antes Fidel era el bueno y Raúl el malo, ahora es al contrario...", se burlaba un militante que durante años ocupó cargos de gobierno. En su opinión, las "listas diplomáticas" que califican de aperturistas a Raúl, Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, y de inmovilistas a Fidel Castro y José Ramón Machado Ventura, el vicepresidente primero, son "una guasa". "En Cuba, como es natural, hay diferentes opiniones, pero de pugnas en el Partido, nada". Hasta que Fidel se refirió al tema nadie hablaba de ello en la isla en voz alta.
La cúpula del poder en Cuba
Fidel Castro
81 años. Primer Secretario del Partido Comunista Cubano (PCC). Líder de la revolución, ocupó la presidencia hasta su renuncia en febrero de este año.
Raúl Castro
77 años. Presidente de los consejos de Estado y de Ministros; segundo secretario del PCC. Ocupó durante cuatro décadas el cargo de ministro de las Fuerzas Armadas.
Felipe Pérez Roque
43 años. Ministro de Relaciones Exteriores desde 1999 y miembro del Comité Central del PCC.
José Ramón Machado
77 años. Primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros y miembro del buró político del PCC.
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