G. CASTILLO / AGENCIAS - MADRID / BRASILIA - 19 de Diciembre del 2008
Luiz Inacio Lula da Silva rubricó ayer en Brasilia que el embargo internacional impuesto por EEUU contra Cuba comienza a ser papel mojado. Si el martes su portentosa influencia continental sirvió para que el club de países latinoamericanos abriera la puerta que cerraron en las narices a Fidel hace 50 años, ayer puso el Palacio Presidencial de Planalto a los pies Raúl Castro. "Esta recepción señala una definitiva reinserción de La Habana en el bloque latinoamericano, patrocinada por Brasil", aseguró el coordinador para América Latina del Grupo de Coyuntura Internacional de la Universidad de Sao Paulo (USP), Tullo Vigevani. El gesto de Lula abre una nueva era en América Latina y una carrera desaforada para convertirse en el primer socio comercial de Cuba. "¿Quieren que hagamos como los políticos de la Unión Europea, que se dan las manos y sonríen? Pero ellos no tienen las relaciones fraternas que nosotros tenemos", dijo el presidente cubano poco antes de iniciar la reunión bilateral con su homólogo brasileño. El trasfondo del encuentro fue exclusivamente económico. El ministro de Exteriores de Brasil, Celso Amorim, no ocultó que su país aspira a convertirse en el "socio número uno" de la isla y consideró "absurdo que haya tanta inversión de España, Francia y Europa, y casi ninguna brasileña". En la actualidad, el principal socio comercial y político de Cuba es Venezuela, con un intercambio de 3.000 millones de dólares anuales y millonarias inversiones. Brasil ocupa el décimo lugar, con 496 millones de dólares.
Reservas de petróleo
El anuncio del descubrimiento de cuantiosas reservas de petróleo en el sector cubano del Mar Caribe el pasado mes de octubre afiló los dientes del gigante brasileño del sector, Petrobras. Precisamente ayer, Lula y Raúl firmaron acuerdos para ampliar la explotación y prospección del bloque 37 de la Zona Económica Exclusiva cubana (ZEE) en el Golfo de México. La inversión brasileña será gigantesca. Ya lo aseguró Lula en el transcurso de la última visita que realizó en octubre a La Habana: "Si los resultados sísmicos son positivos y existe la posibilidad de que haya petróleo, despreocúpate Raúl, podrá estar a 500 metros de profundidad, a 700, a 1.000, a 3.000, a 7.000 metros (...), vamos a encontrarlo". Se excedió. La realidad es que Petrobras explora una vasta extensión de 1.600 kilómetros cuadrados con profundidades que oscilan entre 500 y 1.600 metros.
Simpatía hacia Cuba
Pero el esfuerzo de Lula va más lejos. Nunca ha escondido su simpatía hacia el proceso político cubano. "Como presidente de Brasil, todos conocen la pasión que mi generación tiene por la revolución cubana", dijo tras la reunión que mantuvo con Fidel en octubre. Y en la isla no están ciegos. Su diplomacia, enormemente cuidadosa en las relaciones latinoamericanas, eligió concienzudamente el destino del primer viaje oficial de Raúl Castro al extranjero: Brasil.
Esta semana, Lula ha vuelto a tener la oportunidad de lucirse como líder de consenso latinoamericano. Tras bendecir la victoria de Obama en nombre de todos los países presentes en la cumbre celebrada en la ciudad de Sauípe, su primera reacción fue volver a reclamar el fin del embargo estadounidense. "Vamos a crear en Cuba un parque industrial competitivo", dijo ayer el ya "compañero" Lula antes de levantar la copa y brindar por Fidel.
Castro propone canjear prisioneros
En un gesto inesperado tras reunirse con Lula, el presidente cubano Raúl Castro propuso ayer canjear a los “cinco héroes” de su país –ciudadanos de la isla encarcelados en EEUU bajo la acusación de espionaje, uno de ellos condenado a cadena perpetua– por disidentes presos en la isla. Para La Habana podría ser un excelente movimiento para desbloquear su tensa relación con Washington. “Que nos devuelvan a nuestros cinco héroes. Sería un gesto de ambas partes. Llevan diez años presos, fueron condenados a dos cadenas perpetuas. Y a los prisioneros de los que usted habla –en referencia a los presos políticos en cárceles cubanas– se los enviamos mañana mismo, con familia y todo”, aseguró el presidente de Cuba. Consultado sobre el embargo, señaló que su país no tiene ninguna urgencia en que lo levanten porque ha vivido así casi 50 años, pero reiteró su disposición a reunirse “cuando quiera y donde quiera” con Obama en cuanto asuma el poder el 20 de enero. Los expertos consideran que un levantamiento oficial del embargo traería beneficios para ambas partes. Para Cuba porque podría suponer la llegada a la isla de más de dos millones de turistas estadounidenses. Para EEUU, porque se le abriría el mercado petrolero.
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